miércoles, 2 de octubre de 2013

Micromachismo

MICROMACHISMOS
LA VIOLENCIA INVISIBLE EN LA PAREJA
Luis Bonino Méndez
Mujeres maltratadas, varones violentos: dos dramáticos aspectos de las asimétricas relaciones de género. En todo el mundo occidental, la violencia (masculina) hacia las mujeres se torna evidente y se deslegitima de forma creciente. Cada vez más, los dispositivos jurídicos y sanitarios ejercen acciones sobre las personas involucradas, y el campo de la salud mental no es ajeno a ello.

PODER Y GÉNERO
interacciones (donde sus integrantes lo despliegan). La palabra "poder" tiene dos acepciones popularmente utilizadas: una es la capacidad de hacer, el poder personal de existir, decidir y autoafirmarse.

·         El poder autoafirmativo:  Este poder requiere para su ejercicio una legitimidad social que lo autorice
·         Es el poder de dominio: Requiere la tenencia de recursos (bienes, poderes o afectos) que aquella persona que quiera controlarse no tenga y valore, y de medios para sancionarla y premiarla
Este poder de dominio masculino, arraigado como idea y como práctica en nuestra cultura se mantiene y se perpetúa, entre otras razones por:
*        La división sexual del trabajo, que aún adjudica a la mujer el espacio doméstico,
*        Su naturalización y su inscripción axiomática en las mentes de mujeres y varones.
*    La falta de recursos de las mujeres y la deslegitimación social de su derecho a ejercer el poder autoafirmativo.
*        El uso por los varones del poder de macrodefinición de la realidad y del poder de microdefinición, que es la capacidad y habilidad de orientar el tipo y el contenido de las interacciones cotidianas en términos de los propios intereses, creencias y percepciones.
Suele decirse que también todas las mujeres en su modo de ser tradicional también ejerce poder, sobre todo los llamados "poderes ocultos": el poder de los afectos y el cuidado erótico y maternal? Pero, ¿son éstos reales poderes de dominio? No, simplemente pseudopoderes
Este tipo de pseudopoder es característico de los grupos subordinados, centrados en 'manejar" a sus superiores. A pesar de los cambios las creencias ancestrales aún oscurecen las injusticias, aplauden las conductas masculinas y censuran a la mujer que asume otras competencias.
LOS MICROMACHISMOS
Los mM son prácticas de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana, comprenden un amplio abanico de maniobras interpersonales que impregnan los comportamientos masculinos en lo cotidiano. En la pareja, se manifiestan como formas de presión de baja intensidad más o menos sutil, con las que los varones intentan, en todos o en algunos ámbitos de la relación (y como en todas las violencias de género):
1.    imponer y mantener el dominio y su supuesta superioridad sobre la mujer, objeto de la maniobra
2.    reafirmar o recuperar dicho dominio ante la mujer que se "rebela" de "su" lugar en el vínculo
3.    resistirse al aumento de poder personal o interpersonal de la mujer con la que se vincula, o aprovecharse de dichos poderes

4.    aprovecharse del "trabajo cuidador" de la mujer.
Es decir, los mM son microabusos y microviolencias que procuran que el varón mantenga su propia posición de género creando una red que sutilmente atrapa a la mujer, atentando contra su autonomía personal si ella no las descubre (a veces pueden pasar años sin que lo haga), y sabe contramaniobrar eficazmente.
Los varones son expertos en estas maniobras por efecto de su socialización de género que les inocula la creencia en la superioridad y disponibilidad sobre la mujer. Ellos tienen, para utilizarlas validamente, un aliado poderoso: el orden social, que otorga al varón, por serlo, el "monopolio de la razón" y, derivado de ello, un poder moral por el que se crea un contexto inquisitorio en el que la mujer está en principio en falta o como acusada: "exageras' y "estás loca" son dos expresiones que reflejan claramente esta situación.
MICROMACHISMOS COERCITIVOS
El varón usa la fuerza (moral, psíquica, económica o de la propia personalidad), para intentar doblegar a la mujer, limitar su libertad y expoliar el pensamiento, el tiempo o el espacio, y restringir su capacidad de decisión.
En la siguiente enumeración, como en la de las otras categorías que realizaré más adelante, procuraré nombrar, en un desordenado orden, algunas de los mM y sus características que he podido comprobar con más frecuencia.

©       Intimidación: Este es un mM que está en el límite entre la violencia psicológica y los mM propiamente dichos. Maniobra atemorizante que se ejerce cuando el varón ya tiene fama (real o fantaseada) de abusivo o agresivo.
©       Control del dinero: Gran cantidad de maniobras son utilizadas por el varón para monopolizar el uso o las decisiones sobre el dinero, limitándole su acceso a la mujer. Basado este mM en la creencia que el dinero es patrimonio masculino.
©       No participación en lo doméstico: Basada en la creencia que lo doméstico es femenino y lo público masculino, por este grupo de maniobra se impone a la mujer hacerse cargo del cuidado de algo común: el hogar y las personas que en ella habitan.
©       Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí: Este grupo de mM se apoyan en la idea de que el espacio y el tiempo son posesión masculina, y que por tanto la mujer tiene poco derecho a ellos. Por tanto su apoderamiento es natural y no se piensa en la negociación de espacios y ni de tareas comunes que llevan tiempo.
©       Insistencia abusiva: Conocido popularmente como "ganar por cansancio", este mM consiste en obtener lo que se quiere por insistencia inagotable, con agotamiento de la mujer que se cansa de mantener su propia opinión, y al final acepta lo impuesto a cambio de un poco de paz.

©       Imposición de intimidad: Este mM consiste en una acción unidireccional de acercamiento cuando el varón desea, es una práctica coactiva en cuanto el varón no se molesta en negociar movimientos hacia la intimidad.
©       Apelación a la "superioridad" de la "lógica" varonil: En este grupo se recurre a la "razón" (varonil) para imponer ideas, conductas o elecciones desfavorables a la mujer. Utilizada por varones que suponen que tienen la 'única" razón o que la suya es la mejor. No tienen en cuenta los sentimientos ni las alternativas y suponen que exponer su argumento les da derecho a salirse con la suya.
©       Toma o abandono repentinos del mando de la situación: Estas son maniobras o menos sorpresivas de decidir sin consultar, anular o no tener en cuenta las decisiones de la mujer, basados en la creencia del varón de que él es el único que tiene poder de decisión.
MICROMACHISMOS ENCUBIERTOS
Son los que atentan de modo más eficaz contra la simetría relacional y la autonomía femenina, por su índole insidiosa y sutil que los torna especialmente invisibles en cuanto a su intencionalidad. En ellos, el varón oculta (y a veces se oculta) su objetivo de dominio y forzamiento de disponibilidad de la mujer. En algunas de estas maniobras esos objetivos son tan encubiertos y su ejercicio es tan sutil que pasan especialmente desapercibidas, razón por la que son muy efectivas. Utilizan, no la fuerza como los mM coercitivos, sino el afecto y la inducción de actitudes para disminuir el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola a hacer lo que no quiere y conduciéndola en la dirección elegida por el varón.
Pero que en general se ejecutan en una compleja y astuta mezcla:
Ø  Abuso de la capacidad femenina de cuidado: Este es el grupo de mM probablemente más avalado y silenciado por la cultura. Por ellos el varón utiliza y explota la capacidad de las mujeres de cuidado hacia otras personas. Esta capacidad está muy desarrollada en ellas por efectos de su socialización que las impele a "ser para otros".
       Maternalización de la mujer. La inducción a que la mujer sea como una madre                   tradicional: cuidadosa y comprensiva, es una práctica que impregna el comportamiento masculino. De las múltiples caras de esta maniobra, algunas son: pedir, fomentar o crear condiciones para que la mujer priorice sus conductas de cuidado incondicional
     Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas: Maniobras basadas en la creencia que lo doméstico y el cultivo de la conexión son patrimonio de la mujer. Se impone aquí de diversos modos que la mujer crea que es la encargada de cuidar la vitalidad de la pareja, el desarrollo de la cría y de los vínculos con ellos/as, con la familia de él e incluso con sus amigos.
Ø  Creación de falta de intimidad: Suele decirse que los varones tienen dificultades para la intimidad. Esto es cierto, pero también es cierto que la evitación de la intimidad es un recurso de dominación que ellos utilizan, Estas maniobras transmiten el mensaje que para el varón lo importante es él, y el vínculo y la conexión son secundarios. Aquí podemos considerar diferentes grupos:
*      El silencio: Permanecer en silencio no es sólo no poder hablar, sino no sentirse obligado a hablar ni a dar explicaciones (recurso que solo pueden permitirse quienes tienen poder) y por tanto imponer el no diálogo y el enmascaramiento.

*      Aislamiento y puesta de límites: Estas son maniobras de puesta de distancia e imposición de no acercamiento que suelen utilizarse cuando la mujer quiere intimidad, respuestas o conexión y no se inhibe con el silencio. Como el silencio, estos mM imponen las reglas de vinculación.
*      Avaricia de reconocimiento y disponibilidad: Estas son maniobras múltiples de retaceo de reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades, valores, aportes y derechos.
*      Inclusión invasiva de terceros: (amigos, reuniones y actividades) Con esta maniobra se limita al mínimo o se hace dejar de existir los espacios de intimidad. A veces está acompañada de la acusación a la mujer de ser "poco sociable".
Ø  Seudointimidad: En este grupo de mM el varón dialoga, pero manipulando el diálogo, de modo de favorecer el control y el ocultamiento, dejando a la mujer con menos poder al retacearle sinceridad
*      Comunicación defensiva-ofensiva: El objetivo de la comunicación no es aquí la apertura sino que se habla para imponer y convencer. Existen defensas y ataques para imponer las propias razones, y no apertura ni negociación.
*      Engaños y mentiras: Aquí el varón oculta u omite información para desfigurar la realidad y seguir aprovechando ventajas que si fuera sincero perdería. Oculta lo que no conviene que la mujer sepa, para no ser perjudicado en lo que no quiere perder, fundamentalmente poder de decisión.
  Desautorización: Estas maniobras están basadas en la creencia que el varón tiene el monopolio de la razón, lo correcto y el derecho a juzgar las actitudes ajenas desde un lugar superior.
*      Descalificaciones: Suponen el derecho a valorar negativamente las actitudes de la mujer, denigrándola y no dándole el derecho a ser valorada y apreciada a menos que obedezca las "razones" del varón y haga lo que según él es "correcto".
1.1.        Negación de lo positivo: No se reconoce a la mujer sus cualidades ni los aportes positivos que hace al vínculo y a la vida cotidiana, especialmente el valor del trabajo doméstico.
1.2.        Colusión con terceros:  Aquí, el varón intenta establecer alianzas con las personas con los que la mujer tiene vínculos afectivos (parientes, amistades)

1.3.        Terrorismo misógino: Se trata aquí de comentarios descalificadores repentinos y sorpresivos, tipo 'bomba", realizados generalmente en el ámbito público, que dejan indefensa a la mujer por su carácter abrupto. Producen confusión, desorientación y parálisis.
1.4.        Autoalabanzas y autoadjudicaciones: En estas maniobras, se desautoriza a la mujer a través de la hipervaloración que hace el varón de sus propias cualidades o aportes, así como autoadjudicándose espacios, objetos o tiempos que se niegan al mujer. Pertenecen a este grupo la actitud de no dejarse enseñar por la mujer (sobre todo las tareas domésticas)
Ø  Paternalismo: En este tipo de maniobra se enmascara la posesividad y a veces el autoritarismo del varón, haciendo "por" y no "con" la mujer e intentando aniñarla.
Ø  Manipulación emocional: Tenemos aquí a un grupo de mM donde el varón utiliza el afecto no para el intercambio emocional sino como instrumento para lograr el control de la relación. Se emiten mensajes que se aprovechan de la confianza y la afectividad de la mujer para promover en ella dudas sobre sí misma y sentimientos negativos, generando inseguridad y dependencia.
*      Culpabilización-Inocentización: Este mM presenta dos caras. Por una, se hace sentir a la mujer en falta de los modos más variados, generalmente apelando a su "no saber hacer", o a no desempeñar "correctamente" su rol de esposa o madre.
*      Dobles mensajes afectivos: En este tipo de maniobras el varón emite mensajes de afecto con un fin manipulativo oculto y que dejan a la mujer sin posibilidad de reacción: si los acepta, es manipulada, si no los acepta es culpabilizada por no ser afectuosa.
*      Enfurruñamiento: Acusación culposa no verbal frente a acciones que no le gustan al varón, pero a las cuales no se puede oponer con argumentos "racionales" Ejemplo típico de esta maniobra es la frase: "A mi no me importa que salgas sola", dicho con cara de enfado, cuando la mujer decide realizar una actividad personal sin él, y que la hace sentirse abandonante y culpable.
Ø  Autoindulgencia y autojustificación: En estas maniobras el varón se autojustifica o es muy indulgente consigo mismo frente a la no realización de tareas o actividades que hacen al cultivo de un vínculo igualitario. Procuran bloquear la respuesta de la mujer ante acciones e inacciones del varón que la desfavorecen puesto que al no hacerlas él, la obligan a hacerlas a ella

*      Hacerse el tonto: En este mM el varón elude responsabilizarse por sus actitudes injustas, su desinterés en el cambio o el no tener en cuenta a la mujer apelando a diversas razones que, según él, son inmodificables: la inconsciencia, las dificultades de los varones, las obligaciones laborales, la torpeza, la parálisis de la voluntad u otros defectos personales, o el propio bienestar.
*      Impericias y olvidos selectivos: Esta maniobra consiste en evitar responsabilidades a partir de declararse inexperto para determinadas tareas o manejo de aparatos, ocultando su nula predisposición para el aprendizaje.
*      Comparaciones ventajosas: Con esta maniobra el varón intenta acallar los reclamos de la mujer apelando a que hay varones peores que él, y que entonces no debería quejarse.
*      Seudoimplicación doméstica: Este mM es frecuente entre los varones progresistas, que demuestra que no existe un deseo de real corresponsabilidad en lo doméstico.
*      Minusvaloración de los propios errores: Los propios errores, descuidos, desintereses y equivocaciones en lo que hace al trabajo doméstico y de conexión son poco tenidos en cuenta y fácilmente disculpados.
MICROMACHISMOS DE CRISIS
Suelen utilizarse en momentos de desequilibrio en el estable disbalance de poder en las relaciones, tales como aumento del poder personal de la mujer por cambios en su vida o pérdida del poder del varón por razones de pérdida laboral o de limitación física.
©       Hipercontrol: consiste en aumentar el control sobre las actividades, tiempos o espacios de la mujer.
©       Seudoapoyo: Apoyos que se enuncian sin ir acompañados de acciones cooperativas, realizados con mujeres que acrecientan su ingreso al espacio público.
©       Resistencia pasiva y distanciamiento: consiste en utilizar diversas formas de oposición pasiva y abandono: falta de apoyo o colaboración, desconexión, conducta al acecho (no toma la iniciativa, espera y luego critica.
©       Rehuir la crítica y la negociación: se intenta acallar los reclamos de la mujer respecto a las actitudes dominantes del varón y evitar el cambio sosteniendo que él no lo deseó.
©       Promesas y hacer méritos: Maniobras en las que frente a reclamos de la mujer el varón realiza modificaciones puntuales que implican ceder posiciones provisoriamente por conveniencia, sin cuestionarse la creencia errónea de la "naturalidad" de la tenencia de dicha posición.
©       Victimismo: el varón se declara víctima inocente de los cambios y "locuras" de la mujer, con culpabilización acompañante para intentar doblegarla.
©       Darse tiempo: Este mM consiste en postergar y alargar el tiempo de decidirse a darle importancia a los cambios y reclamos femeninos o a cambiar, hasta que haya algo que obligue (en general un ultimátum de separación). Se manipula el tiempo de la respuesta al pedido de cambio intentando dilatar la situación de injusticia relacional.
©       Dar lástima: el varón procura que se apenen de él para lograr que la mujer ceda. Para ello, puede, desde buscar aliados que comprueben lo "bueno" que él comportamientos autolesivos.
EFECTOS DE LOS MICROMACHISMOS
En los varones no solo producen efectos "positivos" sino también efectos negativos que no se pueden tampoco descuidar. En las mujeres los mM suelen provocar:
1.    un agotamiento de sus reservas emocionales y de la energía para sí
2.    un deterioro muchas veces enorme de su autoestima, con aumento de la desmoralización
3.    una disminución de su poder personal y parálisis del desarrollo personal
4.    un malestar difuso, una irritabilidad crónica y un hartazgo de la relación.
5.    etiquetamiento de la mujer como "la culpable" del deterioro del vínculo
6.    guerra fría, transformación de la pareja en adversarios convivientes, y empobrecimiento de la relación, creándose el terreno favorable para otras violencias y abusos.
COMENTARIO

Hoy en día se ve en nuestra sociedad que el micromachismo va en aumento, desde parejas siendo enamorados, novio, esposos, conviviente, etc cabe resaltar también que el mM  va aumentando gracias a las mujeres que por falta de información sobre el tema estas siendo abusadas y violentadas en sus derechos y deberes, el mM nace siempre desde el hogar y desde los estereotipos que a su vez se forman en prejuicios.  

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