INDICE
1.
Presentación
2. Dedicatoria
3.
Introducción
4. Objetivos
4.1. Objetivo
principal
4.2. Objetivos
secundarios
CAPITULO
I
“Feminicidio”
5. Origen
del término
6. Definición
7. Causas
de feminicidio
8. ¿En
qué se diferencia el homicidio con el asesinato?
9. ¿Cómo
evitar la violencia de género?
CAPITULO
II
“el
feminicidio en el Perú”
10.
Definición
11. ONU:
Violencia contra la mujer es una epidemia en Latinoamérica
11.1. "El
valiente no es violento"
12. Violencia de
genero
CAPITULO III
“Tipos de Feminicidio”
1. Feminicidio
familiar
2. Feminicidio
íntimo
3. Feminicidio
infantil
4. Feminicidio
por ocupaciones estigmatizadas
5. Feminicidio
sexual sistémico
6. Feminicidio
sexual sistémico desorganizado
7. Feminicidio
sexual sistémico organizado
CAPITULO IV
“Casos en el
Perú 2013”
8. Casos en el
Perú
9. Conclusiones
10. Glosario
11. Bibliografía
Presentación
El
feminicidio, es la expresión más brutal en la escalada de violencia en contra
de la mujer, que pone al desnudo el menosprecio masculino por el más sagrado
derecho que tiene esta como ser humano, el derecho a la vida.
El
feminicidio se define como el genocidio contra las mujeres y esto sucede cuando
las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten atentados
contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres.
La
violencia contra la mujer representa una violación a los derechos humanos y también
la privación de sus sentimientos esto constituye uno de los principales
obstáculos para lograr una sociedad igualitaria y plenamente democrática. Por
tal motivo, la oacnudh ha asumido el firme compromiso de promover la protección
y la defensa de los derechos humanos de las mujeres y de contribuir a la
erradicación de esta problemática, la cual representa la forma más grave y
extrema de discriminación contra las mujeres tanto de sexo como de sentimientos.
Desde
2005, la oacnudh ha llevado a cabo actividades específicas de asesoría y
acompañamiento dirigidas a las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a
la defensa de los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas que han
sido privadas de la vida o desaparecidas.
A nuestros padres y familiares que
siempre están preocupándose para ser cada día mejores brindándonos su
confianza, cariño, amor y también en los emocional y económico y así lograr
nuestros objetivos.
|
Con todo nuestro cariño a nuestro querido
Profesor Lenin Walter Cárdenas Angulo que durante este tiempo nos ha
brindado un apoyo mutuo e incondicional brindándonos una educación de
calidad orientándonos, así como también brindándonos confianza para seguir
adelante como futuras profesionales.
|
Esta monografía la dedicamos a Dios,
porque nos ha permitido seguir adelante guiándonos en los momentos
difíciles al transcurso de nuestra vida.
|
INTRODUCCIÓN
Uno
de los grandes retos del siglo XXI es la erradicación de la violencia de
género. La meta supone el reconocimiento y la utilización de un paradigma de
análisis: feminicidio-femicidio. El término apareció en la segunda mitad del
siglo pasado y su validación actual certifica que aquellos conceptos políticos
que se construyeron por la alianza entre los movimientos sociales, sientan las
bases para un cambio social sin precedentes.
La
violencia ejercida contra la mujer es un problema que obedece a estructuras
jerárquicas patriarcales que reproducen una cultura donde las mujeres son
vistas como objetos desechables y maltratables.
Cuando
se nombra la palabra feminicidio; hablamos de un fenómeno visibilizado durante
milenios, de un hecho normalizado desde los inicios de la sociedad humana
global. El asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres cometido por
hombres, la definición más básica y que debería aparecer en los diccionarios;
es tan difícil de comprender y de asimilarse socialmente que nos vemos en la
necesidad fáctica de situarlo en el centro mismo de la barbarie.
El
asesinato de las mujeres no se distingue entre países del norte o del sur, ni
clases sociales, ni origen étnico. Si no es cuyo impacto planetario se
manifiesta con sus particularidades en cada sociedad y que aún hoy, en ciertos
contextos, intenta ser silenciada y desmantelada por el discurso dominante:
patriarcal, androcéntrico y misógino.
El
feminicidio constituye una forma de barbarie, por actos violentos de los
criminales y yuxtaponerlos con las estructuras sociales de determinada región y
las diferencias de poder en la jerarquía del poder sexual.
CAPITULO I
ORIGEN
DEL TÉRMINO
Después
de varias décadas de práctica feminista y reflexión analítica de la violencia
contra las mujeres, se ha ido desarrollando un marco conceptual más definido:
el del feminicidio, que se centra en una de las dimensiones más lacerantes de
la violencia sexual y de género: la de violentar reiteradamente el cuerpo, la
subjetividad, la sexualidad, la vida y libertad de las mujeres hasta matarlas
sistemáticamente de manera sanguinaria.
El
concepto de femicidio, fue acuñado por J. Radfort y D. Russell (1992) para
definir aquellos crímenes que son perpetrados contra las mujeres debidas
fundamentalmente a las características misóginas en la cultura patriarcal.
Ellas usaron por primera vez el término femicidio en un testimonio ante la
Corte Internacional acerca de los asesinatos misóginos en 1976.
Desde
su origen, el concepto de femicidio está asociado estrechamente al de
misoginia. En efecto, es su manifestación extrema. Para Radford y Russell
femicidio es una forma de violencia sexual, se entiende como el uso del sexo
por parte de los hombres para expresar su deseo de poder, dominio y control
(1992)
Russell
y Radford dan por sentado que la violencia sexual se ejerce desde los hombres
contra las mujeres y que su expresión máxima es el asesinato de la mujer, con
el cual se produce una estrategia de mantenimiento del control patriarcal a
costa de la vida de las mujeres.
El
concepto de misoginia fue fundamental para definir el femicidio, pues les
permite establecer un significado político del hecho de matar a las mujeres por
parte de los hombres, en oposición a la creencia generalizada de que el asesino
de una mujer es una bestia que carece de humanidad.
El
concepto de femicidio es resignificado por M. Lagarde, bajo el nombre de feminicidio.
El cual para esta “es una ínfima parte visible de la violencia contra niñas y
mujeres, sucede como culminación de una situación caracterizada por la
violación reiterada y sistemática de los derechos humanos de las mujeres”
(Lagarde, 2005).
Lagarde
coincide con Russell y Radford en señalar que esta opresión de la mujer es una
manifestación sistemática del patriarcado. Al introducir el concepto de
feminicidio dentro del ámbito de los derechos humanos, esta autora enfatiza el
aspecto de la exclusión social y la impunidad.
Esto
significa que el feminicidio pasa a formar parte del discurso jurídico y de las
políticas sociales, que implican lo público y lo privado. Esto es, al
producirse el feminicidio se está cometiendo un delito más complejo que el mero
asesinato, el cual incluye la exclusión social de la mujer en los ámbitos
sexual, económico y político. Por ello es necesario incorporar la propuesta de
Carcedo y Sagot (2002), de reconocer la relación de pareja, familiar y el
ataque sexual como contextos de femicidio en todas las sociedades a lo largo de
la historia: “cada cultura y momento histórico crean sus propios contextos de
femicidio”
Los
conflictos en muchos de estos “dulces hogares” y “familias felices” son
reiteradamente atribuidos a las mujeres, sea `porque ellas “provocan a los
hombres”, son “celosas” o por cualquier asignación de este tipo, que degrade la
imagen y el comportamiento femenino.
Las
amenazas, agresiones, humillaciones, maltrato y golpes, entre otras formas
violentas de relación sexo-género instauradas por el patriarcado, están
legitimadas y son la norma para resolver los conflictos derivados de este
sistema de relaciones. Estas formas violentas de relación basadas en el
sufrimiento humano y la muerte violenta encubren el rostro de la misoginia y
destructividad inculcada en los hombres para mantener su poderío. Muertes que
serían evitables, si cambiáramos tan sólo muchos de los preceptos morales,
éticos y sociales con los que son juzgadas y castigadas las mujeres y lo
femenino.
De
la misma manera la violencia contra las mujeres es producto de la misoginia, la
cual es caracterizada como una forma de violencia que excluye e ignora a las
mujeres como seres pensantes.
Lagarde
concibe la autoría de feminicidio más allá del asesino. La mayoría de las
formas de comunicación social (radio, televisión, cine, prensa, videos,
Internet, y toda clase de espectáculos), las instituciones y otros factores
estructurales como la economía y la educación establecen los marcos que
propician y reproducen en determinados contextos sociales los actos
feminicidas. Desde una perspectiva feminista, considera el patrón de
criminalidad y la impunidad, particularmente relacionados con delitos cometidos
contra mujeres.
Las
autoras sostienen que la meta del ejercicio de la violencia por parte de los hombres,
deliberada o no, es preservar la supremacía masculina. Se trata de un concepto
político que permite visibilizar la posición de subordinación, desigualdad,
marginalidad y riesgo en la que se encuentran las mujeres por el simple hecho
de ser mujeres.
Definición
El
feminicidio es el genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que
permiten atentados contra la integridad, la
salud, las libertades y la vida de las mujeres. Es una categoría que
debe abordarse como una modalidad de violencia directa hacia las mujeres, como
una alternativa a la neutralidad del termino homicidio visibilizando un
trasfondo no reconocido: la misoginia en la muerte diaria de mujeres. Es un
problema social, político, cultural y es un problema de Estado.
En
el feminicidio concurren en tiempo y
espacio, daños contra mujeres realizados por conocidos y desconocidos,
por violentos, violadores y asesinos
individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas.
No todos los crímenes son concertados o
realizados por asesinos seriales: los hay seriales e individuales,
algunos son cometidos por conocidos:
parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y compañeros de trabajo; también son
perpetrados por desconocidos y anónimos,
y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos
y criminales. Sin embargo, todos tienen
en común que las mujeres son usables, prescindibles, maltratables y deshechables. Y, desde luego, todos
coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres.
En
el feminicidio concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados
por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales
y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de
algunas de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o realizados por
asesinos seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por
conocidos: parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares,
visitas, colegas y compañeros de trabajo; también son perpetrados por
desconocidos y anónimos, y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos
de vida violentos y criminales. Sin embargo, todos tienen en común que las
mujeres son usables, prescindibles, maltratables y deshechables. Y, desde
luego, todos coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de
odio contra las mujeres.
Feminicidio
En El Perú
feminicidio
se constituye como un crimen de características específicas. No tiene actores
ni coyunturas determinadas estrictamente; es decir, que no existe un perfil
único de víctima. Todas las mujeres, sin importar edad ni nivel socioeconómico,
están expuestas a esta violencia; la cual se inscribe en un contexto cultural
de discriminación y violencia contra la mujer. Sin embargo, los datos señalan
un mayor riesgo en mujeres en edad reproductiva.
El
58% de víctimas se encontraba entre los 17 y 34 años de edad. En tanto que el
17% tiene entre 35 y 52 años, mientras que un 10% está entre los 53 y 70 años
de edad.
En
el último informe del Observatorio de Igualdad y Género de América Latina y el
Caribe (OIG), perteneciente a la Cepal, constata que la violencia contra las mujeres
continúa golpeando a la región de manera dramática.
De
esta forma, durante 2011 se registraron 466 muertes de mujeres ocasionadas por
sus parejas o exparejas en 12 países de la región, donde Perú ocupa el tercer
lugar con más casos de femicidio (61), sólo superado por República Dominicana,
con 127, y Colombia, con 105. Chile ocupa el cuarto lugar, con 40 muertes de
mujeres.
Con
respecto al criterio de selección de los países analizados, se sostiene en que
éstos cuenten con algún tipo de tipificación del feminicidio como delito.
ONU: VIOLENCIA CONTRA LA MUJER ES UNA EPIDEMIA EN
LATINOAMÉRICA
A
nivel de las Naciones Unidas (NN.UU.) se están poniendo en marcha una serie de
iniciativas para luchar contra los casos de violencia contra la mujer y feminicidio,
que según advierte el organismo internacional configura una suerte de
"epidemia" en Latinoamérica y El Caribe.
El
doctor Fernando Leanes, representante de la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) en el Perú; Comentó que en el Perú y los países del área andina
este tema tiene más arraigo. "Muchas veces la violencia termina en
asesinato. Hay uno, dos a tres casos a la semana. En Perú siete mujeres son
asesinadas por mes".
En
ese contexto, Leanes destacó que en el Perú se ha lanzado la campaña
"EL
VALIENTE NO ES VIOLENTO"
Este
es un programa para toda América Latina y el Caribe, es un llamado a todas y
todos los jóvenes a ser valientes, realizando actos extraordinarios y, al mismo
tiempo, sencillos y cotidianos, como romper los estereotipos que provoca la
violencia. Y por otro, se busca que, especialmente los hombres jóvenes, piensen
en el significado de ser valiente, de ser hombre, y den un nuevo sentido a su propia masculinidad generando acciones
positivas contra la violencia que se ejerce contra las mujeres y las niñas,
ofreciéndoles un espacio para que sean ellos quienes llenen de contenidos
nuevos la idea de ser “Valiente”.
El
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lanzó la campaña
mundial ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres en 2008. A
través de la Campaña ÚNETE, el Secretario General de las Naciones Unidas pone
de manifiesto la necesidad de dirigir esfuerzos en la prevención de la
violencia contra las mujeres, yendo más allá de la sensibilización de la población
masculina, promoviendo un cambio de actitudes hacia sociedades igualitarias y
no violentas e incorporando a los hombres como parte de la solución, no sólo
del problema. En su lanzamiento señalaba que “la violencia contra la mujer
nunca es aceptable, nunca es perdonable, nunca es tolerable”. Subrayó que el
elemento novedoso de esta campaña es que se trata del resultado del trabajo con
adolescentes y hombres jóvenes, con quienes se realizó talleres y focus groups
para obtener los mensajes que trabajarán durante la misma. Se trata de un
trabajo articulado con jóvenes hombres para romper el paradigma de la violencia
contra la mujer desde el inicio de sus vidas. "Hay que convencernos desde
chicos de que no es un atributo mostrar mi
fortaleza en contraste con una persona más débil", señaló el
representante de la OPS.
VIOLENCIA
DE GÉNERO
La
violencia de género es la que se apoya en alguna forma de abuso de poder y
persigue someter y controlar a las víctimas, con repercusiones que se miden en
daños físicos, psicológicos, sexuales o patrimoniales.
La
forma más extrema de este tipo de violencia es el feminicidio, concepto
propuesto y defendido por varios sectores de la vida nacional, que al sugerir
que se incorpore a las diferentes estructuras judiciales persiguen que se
visibilice este problema de serias repercusiones sociales.
Ya
incorporado como parte del discurso cotidiano, los feminicidios representan una
de las principales preocupaciones para la ciudadanía, sobre todo por la
consistencia que han mantenido en los últimos años.
La
violencia de género es un problema de naturaleza multicausal, razón por la cual
el razonamiento tradicional lineal en base a una orientación causa y efecto se queda
corto para su explicación. Partiendo de esa premisa, este estudio justifica sus
resultados en parte por dar respuesta a una necesidad teórica de pensar en
términos sistémicos, al tiempo que esta forma de comprensión de la realidad
contribuye a presentar la relación de una serie de factores que explican el
fenómeno de una manera integral.
¿En
qué se diferencia el homicidio con el asesinato?
·
Homicidio: es
el resultado de una acción u omisión mediante el cual se priva de la vida a
otra persona ya sea dolosa o culposamente consiste en atentar contra el bien
jurídico de la vida de una persona física.
·
Asesinato: Es
el acto de matar a alguien con premeditación o alevosía. es un delito contra la
vida humana, de carácter muy específico, que consiste en matar a una persona
concurriendo ciertas circunstancias, tales como: alevosía, precio, recompensa o
promesa remuneratoria y ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el
dolor del ofendido.
CAPITULO
III
TIPOS
DE FEMINICIDIO:
Ø Tipos de Feminicidio:
·
Feminicidio
familiar:
Asesinato
de uno o varios miembros de la familia cometido por un hombre. Está basado en
relaciones de parentesco entre la o las víctimas y el victimario.
·
Feminicidio
íntimo.
Asesinatos
de mujeres “cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una
relación íntima, familiar, de convivencia o afines a estas” (Carcedo y Sagot,
2002). Se subdividen en feminicidio infantil y familiar.
·
Feminicidio
infantil.
Es
el asesinato de niñas, por hombres o mujeres, en el contexto de una relación de
responsabilidad, confianza o poder que les otorga su situación adulta sobre la
minoría de edad de la niña.
·
Feminicidio
por ocupaciones estigmatizadas.
Las
mujeres son asesinadas por ser mujeres. Sin embargo, hay otras mujeres que lo
son por la ocupación o el trabajo desautorizado que desempeñan. Bajo este
criterio se encuentran aquellas que trabajan en bares y en centros nocturnos.
Ellas son las bailarinas, las meseras y las prostitutas.
·
Feminicidio
sexual sistémico.
El
feminicidio sexual es el asesinato de mujeres que son secuestradas, torturadas
y violadas. Sus cadáveres, semidesnudos o desnudos son arrojados en las zonas
desérticas, los lotes baldíos, en los tubos de desagüe, en los tiraderos de
basura y en las vías del tren. Los asesinos por medio de estos actos crueles
fortalecen las relaciones sociales inequitativas de género que distinguen los
sexos: otredad, diferencia y desigualdad.
Al
mismo tiempo, el Estado, secundado por los grupos hegemónicos, refuerza el
dominio patriarcal y sujeto a familiares de víctimas y a todas las mujeres a
una inseguridad permanente e intensa, a través de un período continuo e
ilimitado de impunidad y complicidades al no sancionar a los culpables
y otorgar justicia a las víctimas. Se divide en las subcategorías de
organizado y desorganizado y toma en cuenta a los posibles y actuales victimarios.
·
Feminicidio
sexual sistémico desorganizado.
El
asesinato de las mujeres está acompañado -aunque no siempre- por el secuestro,
tortura, violación y disposición del cadáver. Los asesinos, presumiblemente,
matan por una sola vez, en un período determinado; y pueden ser hombres
desconocidos, cercanos o parientes de las víctimas que las asesinan y las
depositan en parajes solitarios, en hoteles, o en el interior de sus
domicilios.
·
Feminicidio
sexual sistémico organizado.
El
asesinato de las mujeres está acompañado por el secuestro, tortura, violación y
disposición del cadáver. Los asesinos pueden actuar como una red organizada de
feminicidas sexuales con un método consciente y sistemático a través de un
largo e indeterminado período, dirigido a la identidad de sexo y de género de
las niñas/mujeres.
Ø Tipos de asesinatos de mujeres.
·
Asesinatos
de mujeres por narcotráfico y crimen organizado.
Los
asesinatos de mujeres por narcotráfico y crimen organizado están sustentados en
el lavado de dinero, extorsión por intimidación, tráfico de personas y
mercancías y robo de autos. Además, en la producción, distribución y consumo de
drogas. El asesinato de ellas obedece a las siguientes causas: por pertenecer a
estas redes y tener diferencias dentro de estas organizaciones y por denunciar
actividades relacionadas con el narcotráfico. El enfrentamiento público entre
las redes delincuenciales también provoca la muerte de niñas y mujeres.
·
Asesinatos
de mujeres por violencia juvenil.
Los
asesinatos de mujeres por violencia juvenil, tienen su inicio en los jóvenes
que se enfrentan en los espacios públicos para delimitar y avanzar en el
dominio de sus territorios, por medio de las armas y a través del asesinato de
los contrarios. Los asesinatos de las mujeres por estos grupos, no deben ser
analizados como contingencias, sino como resultado de una violencia más amplia
que muestra la agresión temprana de que han sido objeto los jóvenes, posesión
de armas, uso de drogas, desconfianza en los sistemas judiciales y un desarrollo
social y económico inequitativo.
·
Asesinatos
de mujeres por violencia comunitaria.
Los
asesinatos de mujeres por violencia comunitaria se producen entre individuos
conocidos o desconocidos entre sí. El objetivo de estos asesinatos por parte de
sus autores es lograr objetivos económicos y/o sociales. Estos asesinatos
tienen diferentes motivaciones entre las cuales se encuentran los desacuerdos,
las discusiones, las riñas, las venganzas y los robos.
CASOS
EN EL PERÚ
1.
Los
hechos ocurrieron el último 09 de octubre a las 02:35 p.m, cuando el
investigado acudió a la casa de su ex pareja. Ante la negativa de ella a hablar
con Carrasco, este agresor la tomó del cuello y a empujones la llevó al
interior del domicilio. Aquí, tomó un cuchillo de cocina y la atacó, en
presencia de su menor hijo de nueve años. En el forcejeo, Malpartida Gomez fue
herida en la entrepierna, y el imputado huyó llevándose a la menor de sus
hijas. Sin embargo, fue detenido por los vecinos, entregado a Serenazgo y
conducido a la comisaría de Paita.
CONCLUSIONES
ü Es
fundamental señalar que las organizaciones del Estado y de la sociedad civil
deben promover estrategias para prevenir y enfrentar casos de feminicidio en el
país, pues son delitos de lesa humanidad cotidianamente vividos por las mujeres
y no existe un amparo eficiente para ellas.
Se
debe exigir a las autoridades la investigación exhaustiva de los hechos y la
aplicación de justicia a los responsables.
ü Los
operadores de servicios de VFS deben tener en cuenta que cuando hay violencia
familiar, denunciar, demandar, separarse o huir del hogar constituyen eventos
desafiantes del poder de la persona agresora, que pueden generar represalia o
venganza.
La
realización de estas acciones, debe ir acompañada de un plan de seguridad, el
traslado a una casa de refugio y de ser posible el resguardo policial, para
proteger a la víctima y salvar su vida.
Las
medidas de protección deben tener en cuenta el perfil de la víctima de
feminicidio y de la persona agresora para predecir las acciones violentas.
ü Producido
el feminicidio, es prioritario atender a la familia afectada en el proceso de
superación del duelo y la canalización de los sentimientos de rabia, ira y
venganza hacia las rutas establecidas por la justicia.
La
ausencia de la madre asesinada y la amenaza del padre (recluido o prófugo)
dejan impactos en la vida y salud de los niños, niñas y adolescentes, que pasan
a una nueva condición de orfandad.
El
feminicidio debe tipificarse como delito más no como caso de violencia de
género. Los operadores de servicio deben involucrarse para definir quién puede
suplir adecuada y voluntariamente dentro de la red familiar.
ü La
iniciativa de las comisiones de Justicia y Derechos Humanos, y de la Mujer y
Familia, contempla además modificar los artículos 107, 46-b y 46-C del Código
Penal y el artículo 46 del Código de Ejecución Penal.
Así,
se incorpora como delito el asesinato de mujeres incluso cuando el autor no sea
el esposo o pareja de la víctima, sino por ejemplo un acosador, vecino o ex
enamorado. La pena mínima será de 15 años de prisión.
Y
es que la actual Ley 29819 solo tipificaba como feminicidio el asesinato de una
mujer por parte de su esposo, pareja o ex pareja
Bibliografía
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en hombres internos por feminicidios en el Nuevo Modelo de Gestión
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edición.
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