jueves, 24 de octubre de 2013

MONOGRAFIA DE FEMINICIDIO

INDICE
1.    Presentación
2.    Dedicatoria
3.    Introducción
4.    Objetivos
4.1.       Objetivo principal
4.2.       Objetivos secundarios
                                                            CAPITULO I            
“Feminicidio”
5.    Origen del término
6.    Definición
7.    Causas de feminicidio
8.    ¿En qué se diferencia el homicidio con el asesinato?
9.    ¿Cómo evitar la violencia de género?

CAPITULO II
“el feminicidio en el Perú”

10. Definición
11. ONU: Violencia contra la mujer es una epidemia en Latinoamérica
11.1.    "El valiente no es violento"
12. Violencia de genero

CAPITULO III
“Tipos de Feminicidio”
1.    Feminicidio familiar
2.    Feminicidio íntimo
3.    Feminicidio infantil
4.    Feminicidio por ocupaciones estigmatizadas
5.    Feminicidio sexual sistémico
6.    Feminicidio sexual sistémico desorganizado
7.    Feminicidio sexual sistémico organizado

CAPITULO IV
“Casos en el Perú 2013”
8.    Casos en el Perú
9.    Conclusiones
10. Glosario
11. Bibliografía



Presentación
El feminicidio, es la expresión más brutal en la escalada de violencia en contra de la mujer, que pone al desnudo el menosprecio masculino por el más sagrado derecho que tiene esta como ser humano, el derecho a la vida.
El feminicidio se define como el genocidio contra las mujeres y esto sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten atentados contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres.
La violencia contra la mujer representa una violación a los derechos humanos y también la privación de sus sentimientos esto constituye uno de los principales obstáculos para lograr una sociedad igualitaria y plenamente democrática. Por tal motivo, la oacnudh ha asumido el firme compromiso de promover la protección y la defensa de los derechos humanos de las mujeres y de contribuir a la erradicación de esta problemática, la cual representa la forma más grave y extrema de discriminación contra las mujeres tanto de sexo como de sentimientos.
Desde 2005, la oacnudh ha llevado a cabo actividades específicas de asesoría y acompañamiento dirigidas a las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas que han sido privadas de la vida o desaparecidas.



A nuestros padres y familiares que siempre están preocupándose para ser cada día mejores brindándonos su confianza, cariño, amor y también en los emocional y económico y así lograr nuestros objetivos.

Con todo nuestro cariño a nuestro querido Profesor Lenin Walter Cárdenas Angulo que durante este tiempo nos ha brindado un apoyo mutuo e incondicional brindándonos una educación de calidad orientándonos, así como también brindándonos confianza para seguir adelante como futuras profesionales.

Esta monografía la dedicamos a Dios, porque nos ha permitido seguir adelante guiándonos en los momentos difíciles al transcurso de nuestra vida.   

DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN
Uno de los grandes retos del siglo XXI es la erradicación de la violencia de género. La meta supone el reconocimiento y la utilización de un paradigma de análisis: feminicidio-femicidio. El término apareció en la segunda mitad del siglo pasado y su validación actual certifica que aquellos conceptos políticos que se construyeron por la alianza entre los movimientos sociales, sientan las bases para un cambio social sin precedentes.
La violencia ejercida contra la mujer es un problema que obedece a estructuras jerárquicas patriarcales que reproducen una cultura donde las mujeres son vistas como objetos desechables y maltratables.
Cuando se nombra la palabra feminicidio; hablamos de un fenómeno visibilizado durante milenios, de un hecho normalizado desde los inicios de la sociedad humana global. El asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres cometido por hombres, la definición más básica y que debería aparecer en los diccionarios; es tan difícil de comprender y de asimilarse socialmente que nos vemos en la necesidad fáctica de situarlo en el centro mismo de la barbarie.
El asesinato de las mujeres no se distingue entre países del norte o del sur, ni clases sociales, ni origen étnico. Si no es cuyo impacto planetario se manifiesta con sus particularidades en cada sociedad y que aún hoy, en ciertos contextos, intenta ser silenciada y desmantelada por el discurso dominante: patriarcal, androcéntrico y misógino.
El feminicidio constituye una forma de barbarie, por actos violentos de los criminales y yuxtaponerlos con las estructuras sociales de determinada región y las diferencias de poder en la jerarquía del poder sexual.












CAPITULO I



ORIGEN DEL TÉRMINO
Después de varias décadas de práctica feminista y reflexión analítica de la violencia contra las mujeres, se ha ido desarrollando un marco conceptual más definido: el del feminicidio, que se centra en una de las dimensiones más lacerantes de la violencia sexual y de género: la de violentar reiteradamente el cuerpo, la subjetividad, la sexualidad, la vida y libertad de las mujeres hasta matarlas sistemáticamente de manera sanguinaria.
El concepto de femicidio, fue acuñado por J. Radfort y D. Russell (1992) para definir aquellos crímenes que son perpetrados contra las mujeres debidas fundamentalmente a las características misóginas en la cultura patriarcal. Ellas usaron por primera vez el término femicidio en un testimonio ante la Corte Internacional acerca de los asesinatos misóginos en 1976.
Desde su origen, el concepto de femicidio está asociado estrechamente al de misoginia. En efecto, es su manifestación extrema. Para Radford y Russell femicidio es una forma de violencia sexual, se entiende como el uso del sexo por parte de los hombres para expresar su deseo de poder, dominio y control (1992)
Russell y Radford dan por sentado que la violencia sexual se ejerce desde los hombres contra las mujeres y que su expresión máxima es el asesinato de la mujer, con el cual se produce una estrategia de mantenimiento del control patriarcal a costa de la vida de las mujeres.
El concepto de misoginia fue fundamental para definir el femicidio, pues les permite establecer un significado político del hecho de matar a las mujeres por parte de los hombres, en oposición a la creencia generalizada de que el asesino de una mujer es una bestia que carece de humanidad.
El concepto de femicidio es resignificado por M. Lagarde, bajo el nombre de feminicidio. El cual para esta “es una ínfima parte visible de la violencia contra niñas y mujeres, sucede como culminación de una situación caracterizada por la violación reiterada y sistemática de los derechos humanos de las mujeres” (Lagarde, 2005).
Lagarde coincide con Russell y Radford en señalar que esta opresión de la mujer es una manifestación sistemática del patriarcado. Al introducir el concepto de feminicidio dentro del ámbito de los derechos humanos, esta autora enfatiza el aspecto de la exclusión social y la impunidad.
Esto significa que el feminicidio pasa a formar parte del discurso jurídico y de las políticas sociales, que implican lo público y lo privado. Esto es, al producirse el feminicidio se está cometiendo un delito más complejo que el mero asesinato, el cual incluye la exclusión social de la mujer en los ámbitos sexual, económico y político. Por ello es necesario incorporar la propuesta de Carcedo y Sagot (2002), de reconocer la relación de pareja, familiar y el ataque sexual como contextos de femicidio en todas las sociedades a lo largo de la historia: “cada cultura y momento histórico crean sus propios contextos de femicidio”
Los conflictos en muchos de estos “dulces hogares” y “familias felices” son reiteradamente atribuidos a las mujeres, sea `porque ellas “provocan a los hombres”, son “celosas” o por cualquier asignación de este tipo, que degrade la imagen y el comportamiento femenino.
Las amenazas, agresiones, humillaciones, maltrato y golpes, entre otras formas violentas de relación sexo-género instauradas por el patriarcado, están legitimadas y son la norma para resolver los conflictos derivados de este sistema de relaciones. Estas formas violentas de relación basadas en el sufrimiento humano y la muerte violenta encubren el rostro de la misoginia y destructividad inculcada en los hombres para mantener su poderío. Muertes que serían evitables, si cambiáramos tan sólo muchos de los preceptos morales, éticos y sociales con los que son juzgadas y castigadas las mujeres y lo femenino.
De la misma manera la violencia contra las mujeres es producto de la misoginia, la cual es caracterizada como una forma de violencia que excluye e ignora a las mujeres como seres pensantes.
Lagarde concibe la autoría de feminicidio más allá del asesino. La mayoría de las formas de comunicación social (radio, televisión, cine, prensa, videos, Internet, y toda clase de espectáculos), las instituciones y otros factores estructurales como la economía y la educación establecen los marcos que propician y reproducen en determinados contextos sociales los actos feminicidas. Desde una perspectiva feminista, considera el patrón de criminalidad y la impunidad, particularmente relacionados con delitos cometidos contra mujeres.
Las autoras sostienen que la meta del ejercicio de la violencia por parte de los hombres, deliberada o no, es preservar la supremacía masculina. Se trata de un concepto político que permite visibilizar la posición de subordinación, desigualdad, marginalidad y riesgo en la que se encuentran las mujeres por el simple hecho de ser mujeres.



Definición
El feminicidio es el genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones  históricas generan prácticas sociales que permiten atentados contra la integridad, la  salud, las libertades y la vida de las mujeres. Es una categoría que debe abordarse como una modalidad de violencia directa hacia las mujeres, como una alternativa a la neutralidad del termino homicidio visibilizando un trasfondo no reconocido: la misoginia en la muerte diaria de mujeres. Es un problema social, político, cultural y es un problema de Estado.
En el feminicidio concurren en tiempo y  espacio, daños contra mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos,  violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen  a la muerte cruel de algunas de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o  realizados por asesinos seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos  por conocidos: parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas,  colegas y compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos,  y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos y criminales. Sin  embargo, todos tienen en común que las mujeres son usables, prescindibles, maltratables  y deshechables. Y, desde luego, todos coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho,  crímenes de odio contra las mujeres.
En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o realizados por asesinos seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por conocidos: parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos, y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos y criminales. Sin embargo, todos tienen en común que las mujeres son usables, prescindibles, maltratables y deshechables. Y, desde luego, todos coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres.
Feminicidio En El Perú
feminicidio se constituye como un crimen de características específicas. No tiene actores ni coyunturas determinadas estrictamente; es decir, que no existe un perfil único de víctima. Todas las mujeres, sin importar edad ni nivel socioeconómico, están expuestas a esta violencia; la cual se inscribe en un contexto cultural de discriminación y violencia contra la mujer. Sin embargo, los datos señalan un mayor riesgo en mujeres en edad reproductiva.
El 58% de víctimas se encontraba entre los 17 y 34 años de edad. En tanto que el 17% tiene entre 35 y 52 años, mientras que un 10% está entre los 53 y 70 años de edad.
En el último informe del Observatorio de Igualdad y Género de América Latina y el Caribe (OIG), perteneciente a la Cepal, constata que la violencia contra las mujeres continúa golpeando a la región de manera dramática.
De esta forma, durante 2011 se registraron 466 muertes de mujeres ocasionadas por sus parejas o exparejas en 12 países de la región, donde Perú ocupa el tercer lugar con más casos de femicidio (61), sólo superado por República Dominicana, con 127, y Colombia, con 105. Chile ocupa el cuarto lugar, con 40 muertes de mujeres.

Con respecto al criterio de selección de los países analizados, se sostiene en que éstos cuenten con algún tipo de tipificación del feminicidio como delito.
ONU: VIOLENCIA CONTRA LA MUJER ES UNA EPIDEMIA EN LATINOAMÉRICA
A nivel de las Naciones Unidas (NN.UU.) se están poniendo en marcha una serie de iniciativas para luchar contra los casos de violencia contra la mujer y feminicidio, que según advierte el organismo internacional configura una suerte de "epidemia" en Latinoamérica y El Caribe.
El doctor Fernando Leanes, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el Perú; Comentó que en el Perú y los países del área andina este tema tiene más arraigo. "Muchas veces la violencia termina en asesinato. Hay uno, dos a tres casos a la semana. En Perú siete mujeres son asesinadas por mes".
En ese contexto, Leanes destacó que en el Perú se ha lanzado la campaña
"EL VALIENTE NO ES VIOLENTO"
Este es un programa para toda América Latina y el Caribe, es un llamado a todas y todos los jóvenes a ser valientes, realizando actos extraordinarios y, al mismo tiempo, sencillos y cotidianos, como romper los estereotipos que provoca la violencia. Y por otro, se busca que, especialmente los hombres jóvenes, piensen en el significado de ser valiente, de ser hombre, y den un nuevo sentido a  su propia masculinidad generando acciones positivas contra la violencia que se ejerce contra las mujeres y las niñas, ofreciéndoles un espacio para que sean ellos quienes llenen de contenidos nuevos la idea de ser “Valiente”.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lanzó la campaña mundial ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres en 2008. A través de la Campaña ÚNETE, el Secretario General de las Naciones Unidas pone de manifiesto la necesidad de dirigir esfuerzos en la prevención de la violencia contra las mujeres, yendo más allá de la sensibilización de la población masculina, promoviendo un cambio de actitudes hacia sociedades igualitarias y no violentas e incorporando a los hombres como parte de la solución, no sólo del problema. En su lanzamiento señalaba que “la violencia contra la mujer nunca es aceptable, nunca es perdonable, nunca es tolerable”. Subrayó que el elemento novedoso de esta campaña es que se trata del resultado del trabajo con adolescentes y hombres jóvenes, con quienes se realizó talleres y focus groups para obtener los mensajes que trabajarán durante la misma. Se trata de un trabajo articulado con jóvenes hombres para romper el paradigma de la violencia contra la mujer desde el inicio de sus vidas. "Hay que convencernos desde chicos de que no es un atributo mostrar mi  fortaleza en contraste con una persona más débil", señaló el representante de la OPS.



VIOLENCIA DE GÉNERO
La violencia de género es la que se apoya en alguna forma de abuso de poder y persigue someter y controlar a las víctimas, con repercusiones que se miden en daños físicos, psicológicos, sexuales o patrimoniales.
La forma más extrema de este tipo de violencia es el feminicidio, concepto propuesto y defendido por varios sectores de la vida nacional, que al sugerir que se incorpore a las diferentes estructuras judiciales persiguen que se visibilice este problema de serias repercusiones sociales.
Ya incorporado como parte del discurso cotidiano, los feminicidios representan una de las principales preocupaciones para la ciudadanía, sobre todo por la consistencia que han mantenido en los últimos años.
La violencia de género es un problema de naturaleza multicausal, razón por la cual el razonamiento tradicional lineal en base a una orientación causa y efecto se queda corto para su explicación. Partiendo de esa premisa, este estudio justifica sus resultados en parte por dar respuesta a una necesidad teórica de pensar en términos sistémicos, al tiempo que esta forma de comprensión de la realidad contribuye a presentar la relación de una serie de factores que explican el fenómeno de una manera integral.
¿En qué se diferencia el homicidio con el asesinato?
·         Homicidio: es el resultado de una acción u omisión mediante el cual se priva de la vida a otra persona ya sea dolosa o culposamente consiste en atentar contra el bien jurídico de la vida de una persona física.
·         Asesinato: Es el acto de matar a alguien con premeditación o alevosía. es un delito contra la vida humana, de carácter muy específico, que consiste en matar a una persona concurriendo ciertas circunstancias, tales como: alevosía, precio, recompensa o promesa remuneratoria y ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido.





CAPITULO III
TIPOS DE FEMINICIDIO:
Ø Tipos de Feminicidio:
·         Feminicidio familiar:
Asesinato de uno o varios miembros de la familia cometido por un hombre. Está basado en relaciones de parentesco entre la o las víctimas y el victimario.
·         Feminicidio íntimo.
Asesinatos de mujeres “cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia o afines a estas” (Carcedo y Sagot, 2002). Se subdividen en feminicidio infantil y familiar.
·         Feminicidio infantil.
Es el asesinato de niñas, por hombres o mujeres, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que les otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la niña.
·         Feminicidio por ocupaciones estigmatizadas.
Las mujeres son asesinadas por ser mujeres. Sin embargo, hay otras mujeres que lo son por la ocupación o el trabajo desautorizado que desempeñan. Bajo este criterio se encuentran aquellas que trabajan en bares y en centros nocturnos. Ellas son las bailarinas, las meseras y las prostitutas.
·         Feminicidio sexual sistémico.
El feminicidio sexual es el asesinato de mujeres que son secuestradas, torturadas y violadas. Sus cadáveres, semidesnudos o desnudos son arrojados en las zonas desérticas, los lotes baldíos, en los tubos de desagüe, en los tiraderos de basura y en las vías del tren. Los asesinos por medio de estos actos crueles fortalecen las relaciones sociales inequitativas de género que distinguen los sexos: otredad, diferencia y desigualdad. 
Al mismo tiempo, el Estado, secundado por los grupos hegemónicos, refuerza el dominio patriarcal y sujeto a familiares de víctimas y a todas las mujeres a una inseguridad permanente e intensa, a través de un período continuo e ilimitado de impunidad y complicidades al no sancionar a los culpables y otorgar justicia a las víctimas. Se divide en las subcategorías de organizado y desorganizado y toma en cuenta a los posibles y actuales victimarios.
·         Feminicidio sexual sistémico desorganizado.
El asesinato de las mujeres está acompañado -aunque no siempre- por el secuestro, tortura, violación y disposición del cadáver. Los asesinos, presumiblemente, matan por una sola vez, en un período determinado; y pueden ser hombres desconocidos, cercanos o parientes de las víctimas que las asesinan y las depositan en parajes solitarios, en hoteles, o en el interior de sus domicilios.
·         Feminicidio sexual sistémico organizado.
El asesinato de las mujeres está acompañado por el secuestro, tortura, violación y disposición del cadáver. Los asesinos pueden actuar como una red organizada de feminicidas sexuales con un método consciente y sistemático a través de un largo e indeterminado período, dirigido a la identidad de sexo y de género de las niñas/mujeres.

Ø Tipos de asesinatos de mujeres.
·         Asesinatos de mujeres por narcotráfico y crimen organizado.
Los asesinatos de mujeres por narcotráfico y crimen organizado están sustentados en el lavado de dinero, extorsión por intimidación, tráfico de personas y mercancías y robo de autos. Además, en la producción, distribución y consumo de drogas. El asesinato de ellas obedece a las siguientes causas: por pertenecer a estas redes y tener diferencias dentro de estas organizaciones y por denunciar actividades relacionadas con el narcotráfico. El enfrentamiento público entre las redes delincuenciales también provoca la muerte de niñas y mujeres.
·         Asesinatos de mujeres por violencia juvenil.
Los asesinatos de mujeres por violencia juvenil, tienen su inicio en los jóvenes que se enfrentan en los espacios públicos para delimitar y avanzar en el dominio de sus territorios, por medio de las armas y a través del asesinato de los contrarios. Los asesinatos de las mujeres por estos grupos, no deben ser analizados como contingencias, sino como resultado de una violencia más amplia que muestra la agresión temprana de que han sido objeto los jóvenes, posesión de armas, uso de drogas, desconfianza en los sistemas judiciales y un desarrollo social y económico inequitativo.
·         Asesinatos de mujeres por violencia comunitaria.
Los asesinatos de mujeres por violencia comunitaria se producen entre individuos conocidos o desconocidos entre sí. El objetivo de estos asesinatos por parte de sus autores es lograr objetivos económicos y/o sociales. Estos asesinatos tienen diferentes motivaciones entre las cuales se encuentran los desacuerdos, las discusiones, las riñas, las venganzas y los robos.





CASOS EN EL PERÚ
1.    Los hechos ocurrieron el último 09 de octubre a las 02:35 p.m, cuando el investigado acudió a la casa de su ex pareja. Ante la negativa de ella a hablar con Carrasco, este agresor la tomó del cuello y a empujones la llevó al interior del domicilio. Aquí, tomó un cuchillo de cocina y la atacó, en presencia de su menor hijo de nueve años. En el forcejeo, Malpartida Gomez fue herida en la entrepierna, y el imputado huyó llevándose a la menor de sus hijas. Sin embargo, fue detenido por los vecinos, entregado a Serenazgo y conducido a la comisaría de Paita.
                                                          
CONCLUSIONES
ü  Es fundamental señalar que las organizaciones del Estado y de la sociedad civil deben promover estrategias para prevenir y enfrentar casos de feminicidio en el país, pues son delitos de lesa humanidad cotidianamente vividos por las mujeres y no existe un amparo eficiente para ellas.
Se debe exigir a las autoridades la investigación exhaustiva de los hechos y la aplicación de justicia a los responsables.

ü  Los operadores de servicios de VFS deben tener en cuenta que cuando hay violencia familiar, denunciar, demandar, separarse o huir del hogar constituyen eventos desafiantes del poder de la persona agresora, que pueden generar represalia o venganza.
La realización de estas acciones, debe ir acompañada de un plan de seguridad, el traslado a una casa de refugio y de ser posible el resguardo policial, para proteger a la víctima y salvar su vida.
Las medidas de protección deben tener en cuenta el perfil de la víctima de feminicidio y de la persona agresora para predecir las acciones violentas.
ü  Producido el feminicidio, es prioritario atender a la familia afectada en el proceso de superación del duelo y la canalización de los sentimientos de rabia, ira y venganza hacia las rutas establecidas por la justicia.
La ausencia de la madre asesinada y la amenaza del padre (recluido o prófugo) dejan impactos en la vida y salud de los niños, niñas y adolescentes, que pasan a una nueva condición de orfandad.
El feminicidio debe tipificarse como delito más no como caso de violencia de género. Los operadores de servicio deben involucrarse para definir quién puede suplir adecuada y voluntariamente dentro de la red familiar.
ü  La iniciativa de las comisiones de Justicia y Derechos Humanos, y de la Mujer y Familia, contempla además modificar los artículos 107, 46-b y 46-C del Código Penal y el artículo 46 del Código de Ejecución Penal.
Así, se incorpora como delito el asesinato de mujeres incluso cuando el autor no sea el esposo o pareja de la víctima, sino por ejemplo un acosador, vecino o ex enamorado. La pena mínima será de 15 años de prisión.
Y es que la actual Ley 29819 solo tipificaba como feminicidio el asesinato de una mujer por parte de su esposo, pareja o ex pareja


Bibliografía

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Barrenechea, J. S. (ABRIL - 2001). “SI ME DEJAS, TE MATO”. En EL FEMINICIDIO UXORICIDA EN LIMA, “SI ME DEJAS, TE MATO” (págs. 20-30). LIMA - PERÚ .
León, I. M. (Lima, Octubre 2005). violencia contra la mujer: feminicidio en el peru. Lima, Peru : c CMP Flora Tristán.
López, L. I. (Lima, julio 2008). feminicidio. En P. S. Rissi, libre de violencia (págs. 5-8). Peru: Primera edición Jennie Dador y Jeannette Llaja.
Ríos, M. L. (peru 2010). Feminicidio en el Perú. flora Cristal 25.
Tristán, F. (2003). Reporte Feminicidio en el Perú. lima.
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Vásquez, P. T. (2009). feminicidio . En naciones unidad derechos humanos (págs. pag 7-34). mexico: 1a. edición.




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